¡Cumplimos 15 años de trabajo!!

CUMPLIMOS 15 AÑOS!!

¡Viví Libros está de festejo!! Nos encontramos soplando las primeras 15 velitas de nuestro emprendimiento. Se vino el famoso cumple de 15 tradicionalmente tan esperado en la familia y amigos.

Nosotros queremos compartir esta enorme alegría del aniversario con ustedes. Entonces, ¿qué mejor que divertirnos juntos para festejarlo? Los invitamos a sumarse a la siguiente convocatoria:

MICRORRELATOS FIESTAS DE CUMPLEAÑOS

¿Cuántas veces usted se divertió en las fiestas de 15 de las jovenes, bailó como loco, cantó a los gritos, bebió y comió como si fuera la última vez? Como aquella vez que el tío Carlos se cayó de la silla o la abuela Antonia no se acordaba por qué se hacía la fiesta… Sin ir más lejos, en las fiestas de cumpleaños suelen ocurrir escenas desopilantes que dan origen a divertidos microrrelatos y a otro tanto no tan risueños, pero que es un placer leerlos.

Les proponemos que nos cuenten alguna situación, anécdota, fábula o minificción donde las fiestas de cumpleaños cobren protagonismo. Puede ser desde el lado del cumpleañero, de los amigos, de la familia, del servicio de catering, de los payasos que animaban, desde donde gusten… ¡Seguro que a un simple golpe de vista, ya se les está ocurriendo alguna!

El objetivo es que escriban algo breve y lo envíen por e-mail, facebook, twitter o directamente como comentario al final de esta nota en la web durante estos días (hay tiempo hasta el martes 16 de agosto).

Los microrrelatos pueden ser firmados a nombre propio o con un seudónimo pero incluyendo la ciudad y país de residencia. Seleccionaremos tres microrrelatos que recibirán su premio y los daremos a conocer en el Newsletter y todos nuestros medios.

A los ganadores, les regalaremos la suscripción gratuita a Viví Libros hasta diciembre 2016.

Durante estos días, compartiremos las lecturas con ustedes en nuestra fan page de facebook, por twitter y la renovada página web. Vale comentar, opinar y sobre todo: ¡reirnos juntos!

Se publicará en la web el compilado de todos los Microrrelatos Fiestas de cumpleaños que nos hayan llegado. Tal como lo hicimos en los aniversarios anteriores y pueden leerlos en nuestra página de inicio (ojo que como solemos recibir muchas participaciones cada Convocatoria tiene varias partes para disfrutar de su lectura).

Ahora… a escribir!

A modo de ejemplo, les compartimos uno para romper el hielo:

Se acercaba la fecha, lo sabía. Como cada año, desde tantos años, el calendario se tornaba línea de llegada a una nueva celebración. Y yo volvía a andar la misma pregunta: ¿qué regalarle? Cumplir años no es fácil, pero verse en la carga de elegir un regalo no es, por cierto, una tarea menor. Por más que uno se esmere y realice una selección centrada en los gustos de la persona homenajeada, siempre se está ante el temido momento de la entrega y recepción. Ese instante en el que el papel se desgarra y la cara del celebrado puede tornar a sonrisa, estallido de alegría o un tibio y desabrido “gracias”. Cuando uno es chico, esta tarea suele ser simple. En mi caso, madre se encargaba de las compras, y ella siempre sabía. Y si bien alguna vez me hizo quedar no tan bien con una compañerita de colegio, a mí no me importó, ya que tan sólo me sentía simple intermediario o mensajero de la entrega. Después de todo, no había sido mi elección, así que no tenía por qué sentirme mal si a Laurita Cohen no le gustaron los zoquetes con voladitos, o si Berta Zimerman se desilusionó al abrir la cajita y encontrarse con un dentífrico Noc 10. Yo de igual manera me hacía el desentendido y disfrutaba de unas buenas porciones de torta con Coca Cola. Pero ahora el tiempo es otro, y ella sabe que ese regalo es mi regalo, fruto de mi única y meditada elección. Así que elijo dejarlo en la mesa del comedor, y huir, huir para adelante. La tarjetita con mis sentidas palabras serán lo suficientemente claras para explicar la situación. Y cuando ella abra el envoltorio, estoy seguro que sabrá qué hacer con su sorpresa. Después de todo, no todos los días te regalan una despedida.

Walter Rosenzwit
Buenos Aires, Argentina

NOS RENOVAMOS EN LA WEB

Nuestro diseño web también cumplió 15 años de vida acompañándonos desde el primer día de trabajo on-line, y sentimos que ya no podíamos tapar sus arruguitas virtuales. Así que como parte de los festejos de cumpleaños realizamos un cambio, le dimos una lavada de cara, aplicamos un touch de maquillaje más fashion y así nos va quedando… Sin mayores pretenciones que brindarles nuestros servicios profesionales como siempre, pero con un diseño web más dinámico y actual.

Los invitamos a recorrer todas la notas de nuestra renovada web y seguir acompañándonos en el crecimiento diario.

¡Por muchos años más!!

Comentarios

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5 Comentarios a ¡Cumplimos 15 años de trabajo!!

  1. Pedro Ordaz dice:

    Yo siempre bajaba por la avenida Los Rosales, pues era mi único camino más cercano para llegar a mi a casa y siempre que salía pasaba por una casa quinta que según decían alquilaban su estacionamiento para fiestas de quinceañeras, yo me decía: «pero que cosas que nunca veo una fiesta, será que no les gusta el lugar, pero si se ve bien, tiene un hermoso pasillo con palmeritas, un arco hecho en concreto o sea que está hecho para quninceañeras, pero mi curiosidad insistía, entonces un día pasé un sábado como a las 9am, estaba el portal abierto, no se veía nada como y siempre estaba como de fiesta, disimulé y me quedé parado por allí cerca. Vaya mi sorpresa, venía llegando una chica muy hermosa, elegantemente vestida para la ocasión pero en estas fiestas siempre pasa algo pequeño o algo grande, se les olvidó las zapatillas y yo veía la chica parada y no bajaba de su carroza, y todos murmuraban y hablaban y se quejaban, algo pasa me dije, esto está muy demorado, tanta fotos, van a pasar la mañana en eso, cuando de repente veo que una de las las señoras que estaba allí se quita los zapatos de plataforma y los coloca frente a la quinceañera y ella bajó y se los colocó y todo el mundo viendo y lo peor de la fiesta, eran muy grandes para la chica y ella lloraba, y yo pensé esta no llora de emoción sino del mal momento, pienso que es un día triste para ella pero algún dia lo contará y se reirá de la loquera de su familia. Nunca falta un error a la emoción.

  2. Trudy Bendayan dice:

    Hace muchas lunas atras y estando donde estoy en este momento, en el bucolico estado de Vermont, habia arribado el dia de mi cumpleanos. Departia unas deliciosas vacaciones en familia. De pronto mis esposo desaparecio y, yo emocionada sabia de seguro que iba a buscar mi regalo. Dias antes y, a fin de ofrecerle alguna pista, le habia mencionado que en la galeria del pueblo estaban exhibiendo piezas de un singular orfebre que me habian cautivado. Pense que mi mensaje habria caido en tierra fertil. Cual no seria mi sorpresa cuando, al entrar en nuestra casita campestre, encontre sobre la mesa de comedor un enorme cocodrilo de madera con un lazo descomunal. Quede petrificada y pensando que de seguro seria una broma me puse a buscar por todos lados el obsequio «real». Mi esposo hizo acto de presencia y orgulloso por su buen tino me dijo que sabia que me fascinaria pues, ademas, tiene en su lomo tallado unos orificios para colocar velitas. Sugirio utilizarlo de centro de mesa. Yo no sabia si reir o llorar. En definitiva, conserve esa horrenda pieza hasta el presente en calidad de testimonio perenne de su total extravio.. Esa fue mi venganza. Y para que el lector no me tilde de implacable, anexo fotografia.

  3. Norma Olivera dice:

    Soy hija única de una familia típica de Buenos Aires descendiente de Italianos y Españoles,que no es poca cosa.
    Vivíamos en un departamento de la Avenida Cabildo de esos con pasillos largos, húmedos y oscuros. El nuestro daba a un aireluz con dos naranjos que a fuerza de buscar el sol se habían ido en vicio y sus delgadas ramas superaban el primer piso.
    Mi vida transcurría entre el colegio, las clases de música y las de inglés, idioma que nunca aprendí.
    Mi papá era viajante y mi mamá a fuerza de tropezones económicos modista.
    La vida era rutinaria.
    Pero todo se alteró cuando mi papá festejó sus cincuenta años.
    No se ahorró nada, y la consigna para el festejo fue por demás de motivadora.
    Cada pariente podía traer sus propios invitados, pero todos debían venir disfrazados.
    No puedo decir que mi mamá estuviera contenta pero obedientemente confeccionó el traje del cumpleañero que consistía en un babero rosa con un pañal al tono que remataba en un enorme moño de plástico cuyas colas pisamos sin querer todos los presentes ya que medían unos metros.
    Mi tío con el colador en la cabeza y unas uvas colgadas del mismo, envuelto en una sábana fue un perfecto Nerón y la vecina solterona vestida de odalisca no consiguió novio esa noche porque eran todos chicos o casados.
    Al apagar las 50 velas la fiesta llegó a su punto culminante y producto de los trenes por el pasillo, los tangos y lo entrado de la noche empezó a decaer.
    Fue en ese momento que mi mamá tomó unas pastillitas de dudosa referencia que le había vendido el farmacéutico (porque en aquel momento eran de venta libre) y entró a repartir diciendo que las tomen tranquilos que eran como aspirina.Y allí la fiesta brilló, como era de madrugada todos los parientes se subieron a los autos con la comida de la fiesta y llegamos a la costanera, pero no alcanzó, tal era el nivel de excitación que al rato mi papá dijo «-vamos a Lanús a la casa de María(mi tía la mayor)» y allí salió rauda la caravana que a esa altura había perdido algunos amigos que claudicaron.
    Los ojos de la tía se abrieron al vernos y en seguida ahorcó unso cuantos pollos que fueron devorados por todos nosotros.
    Por la tarde,cuando se fue el efecto de la famosa pastillita, toda la familia se «desparramó» en la casa de tía María, y emprendimos la retirada bien entrada la nochecita. Debo decir que fue una fiesta inolvidable.

  4. lili dice:

    Sin cuenta
    Cumplía cincuenta. ¡Sin cuenta!¿Comprenden? ¡No había mas cuenta!! Y había que festejarlo en grande, distinto!. No se trataba de una simple torta con velitas y quelocumplasfeliz y ya esta!¡No! Era algo más importante. Se trataba de ser feliz!¡Pero feliz de verdad!… Y entonces alquilé un pelotero de adultos , grande, imponente…Les dije a todos «vengan con ropa de gimnasia»»ropa cómoda para saltar y correr».¿Qué que hicieron mis amigos y familia? …Cuando el animador de la fiesta pidió que todos se sacaran las zapatillas y las pusieran en una larga fila, cuando gritó a voz en cuello ¡»el último cola de perro»!..entendí…
    Ahí entendí porque todos esos locos lindos eran mi gente y porque era necesario festejar así mi cumpleaños!
    Como en una exhalación el salón del otro lado se había quedado vacío y colgados como monos del pelotero entre risas todos, grandes y chicos!, nos apropiábamos así de un pedacito de infancia

  5. Jesica dice:

    Hoy era mi cumpleaños, me sentía especial. Mis padres al comenzar el día me dieron un gran abrazo, y mi mamá cuando me dejó en la escuela me dio un fuerte beso y me dijo cuanto me amaba.
    Me sentía feliz.
    Al llegar a clases la seño Norma se encargó de recordarles a mis compañeros que hoy era un día especial, era mi cumpleaños. Durante el primer recreo Valentina y Brenda se acercaron para preguntarme cuando era la fiesta,y les dije que obviamente era hoy! Que otro día podríamos festejar mi cumpleaños?
    Se les ocurrió hacer unas tarjetas para invitar a todos mis amigos y me pareció una excelente idea.
    Fue así como organicé mi primer fiesta de cumpleaños.
    Eran las cinco de la tarde de un miércoles de otoño cuando llegó mi primer invitado. Media hora después eramos seis…mis padres boquiabiertos corrieron al almacén del barrio en busca de salchichas y panes.
    Jugamos, corrimos, saltamos, nos transpiramos hasta perder el aliento…y casi al final de la tarde soplé las velas al ritmo de la maravillosa melodía de las voces de mis seres queridos.
    Mis padres no pueden creer que en el siglo veintiuno aún se puede festejar el cumpleaños de un niño con tarjetas de papel glasé y un par de panchos y torta. Y pensar que ellos estaban gestionando un crédito de quince mil pesos para alquilar el salón de moda.
    Que ingenuos son los adultos.
    JeMlo
    Villa Nueva Córdoba

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