Psicoanálisis y literatura en la radio: Leer / escribir / traducir

A continuación les compartimos fragmentos de la tercera columna sobre psicoanálisis y literatura a cargo de Viviana Rosenzwit, invitada a participar del programa de radio En tres vistas conducido por Ramón Alfredo Blanco y Ernestina Mo.

Las columnas anteriores vimos cómo leer y escribir son dos caras de la misma moneda y no hay una sin la otra. Ambos aspectos, tanto leer como escribir, se encuentran atravesados por el deseo del sujeto y nos remiten de lleno a la subjetividad del ser humano.

Siguiendo este planteo, hoy vamos a hablar de un nuevo aspecto de la cuestión que es traducir.

Según el diccionario, traducir es: “Expresar en un idioma lo dicho o escrito originariamente en otro distinto”.

Viviana Rosenzwit junto a Alina Diaconú y Ernestina Mo en radio Zónica

Si nos ponemos a pensar verán que surgen diferentes motivos para leer, podemos leer por placer como cuando leemos una poesía, una novela, un cuento y no queremos parar de leer o leer movidos por cierto interés en particular cuando investigamos un tema o leer para estudiar por ejemplo.

En cualquiera de estos dos últimos casos, por lo general leemos de corrido y una sola vez. Retenemos lo esencial y, si alguien nos preguntara, podríamos resumirle en unas pocas palabras el contenido de esa lectura. A esta forma de leer se la llama comprensión global del texto original.

Y suele ser la manera de leer que se emplea para traducir, pero ¡ojo! recuerden que dijimos que no todas las personas leemos de la misma forma entonces, les pregunto: ¿Todos los traductores realizarán su trabajo de la misma manera? Por supuesto que no, porque en el trabajo de traducción también se filtra la subjetividad de quien lo realiza. Y esto está muy bien, por más que el traductor realice varios borradores que se irán corrigiendo sobre la marcha, siempre con el texto original a la vista, y con el objetivo de ser tan fiel a él como sea posible.

Seguramente nuestros radioescuchas conocen casos de diferencias de traducción importantes, los hay muy famosos y suelen generar apasionadas discusiones. Por ejemplo hay gente que no lee a Alan Poe sino son las traducciones realizadas por Cortázar –dicho sea de paso es muy interesante su experiencia por Italia que le llevó más de un año de tiempo de trabajo de traducción–, pasa parecido con los seminarios de Jacques Lacan y sus traducciones inéditas realizadas por las escuelas de psicoanálisis que no coinciden con las oficiales editadas por la editorial Paidós y también ocurre otro tanto con las Obras Completas de Sigmund Freud donde la primera versión traducida al español por López-Ballesteros publicada por la editorial Biblioteca Nueva para muchos es poco técnica aunque con un estilo mucho más amable al lector, que rescata el aspectico literario de la pluma freudiana. Sin embargo, la editorial Amorrortu encaró una nueva versión coordinada por José Luis Etcheverry que se podría decir más acertada en los vocablos técnicos elegidos. Yo tuve el gusto de conocer a uno de sus principales traductores Leandro Wolfson y conversando sobre estas cuestiones de la traducción de Freud afirmaba que había que serle fiel al autor y leal al futuro lector, brindándole un texto que sea claro para él y esté redactado correctamente.

La traducción es, en esencia, una paradoja de la subjetividad.

Como ven, ¡traducir es una tarea bastante difícil! Donde se entrelaza con leer pero además, con la escritura de esas lecturas porque es un trabajo artesanal.

Por último, hay otro punto que me interesa retomar y es hasta más subjetivo -si quieren decirlo de ese modo-: ¿Qué sucede cuando leemos en otra lengua que no sea la materna? ¿Qué mecanismos ponemos en juego cuando leemos en otro idioma…? ¿Cómo nos marca durante la infancia esa primera lengua que aprendemos casi sin darnos cuenta?

Esta pequeña serie que planteamos en nuestra columna radial sobre psicoanálisis y literatura: hablar, escribir, leer, traducir nos lleva a interrogarnos y cómo nada de todo esto tendría sentido sin las vivencias personales es que se nos ocurrió invitar a la escritora Alina Diaconú. Con ella dialogamos sobre su experiencia de vida, su relación con la lengua materna que es el rumano y cómo fue aprender un nuevo idioma al venirse de chica a vivir a la Argentina, además su vínculo desde siempre con la escritura y sus libros.

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