Concurso Microrrelatos del Recuerdo Cuarta parte

Compartimos la cuarta tanda de los microrrelatos que fueron llegando para el Concurso 20° Aniversario Microrrelatos del Recuerdo.

Pueden leer las bases en: https://vivilibros.com/convocatoria-concurso-microrrelatos-del-recuerdo/

LA PARTE BUENA DE LA HISTORIA

Era lunes.

Lunes en Cayo Guillermo, Cuba.

Ya nos volvíamos

Habíamos llegado en taxi. En un taxi que manejaba Francis, un cubano amable y buena persona. Pero nos volvíamos en avión. Es que queríamos pasear ese último día por la Havanna.

El transfer nos alcanzó al aeropuerto. Hicimos el cheking, nos revisaron y nos derivaron a una sala de espera donde sólo había un bar que vendía café y algunas galletitas que se acabaron pronto. Pero no importaba porque la salida estaba programada para las 10.30 de la mañana y ya era casi las nueve.

Las horas comenzaron a transcurrir y la pantalla nos dio su primer aviso: delayed Cerca de las 12.30 nos acercamos a preguntar, el avión estaba en reparaciones en Olguín, todavía no podían asegurarnos que llegara Todos comenzaron a ponerse nerviosos. Una jovencita se puso a gritar, otra lloraba. Es que varios tenían conexión con otras aerolíneas y perdían sus vuelos.

A las quince nos dieron un sándwich y una gaseosa (estábamos hambrientos!) A las dieciséis nos subieron a un micro sin darnos mayores explicaciones.

Llegamos a la Havanna cerca de la una de la mañana.

Nosotros no pudimos entrar a nuestro alojamiento porque debido a la hora nunca nos abrieron la puerta.

Gracias a dios cerca, había un hotel con una habitación libre.¡ Nos salió carísimo! Pero nuestro cansancio no daba para regateos.

Y ya era martes y por suerte volvíamos a nuestro país Dias después de este viaje nos enteramos del avión que se estrelló.

Y fue entonces cuando pudimos entender la parte buena de la historia.

Liliana 

San Justo, Buenos Aires, Argentina 

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Rolo tiene tres años y está compartiendo con nosotras una mesa de un bar. Nosotras charlamos entusiastamente por momentos incluso superponiéndonos.

Rolo desplegó sobre la mesa un ejército de pequeños dinosaurios y juega abstraído, sin siquiera percibir el ruido de nuestras voces.

De pronto la lucha de los dinosaurios va acompañada de un tremendo rugido.

Rolo! Mirá! Se dieron vuelta de todas las mesas para ver qué pasaba!

Rolo (dirigiéndose al público en general) No! No se preocupen, no son de verdad, son de juguete! Y continuó muy contento en su propio tiempo.

Stella Palma

Ciudad de Buenos Aires, Argentina

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LA PUERTA

Mi madre vivió su niñez, adolescencia y juventud en Santuario, un pueblo del departamento de Caldas que con el tiempo pasó a ser un pueblo de Risaralda, sus calles son empinadas y por supuesto caminar llevando zapatos altos era un verdadero tormento para las jóvenes de aquella época en que mi madre era una jovencita, era una verdadera hazaña y un acto que atentaba contra la ley de la gravedad hacerlo. Pues bien, mi madre vivió allí durante muchos años, pero después de contraer matrimonio se alejó del pueblo y transcurrieron otros tantos hasta que decidió regresar y ver la que fue la casa de sus padres y el lugar donde creció. Hubo preparativos e incluso buscó una fotografía del frente de su casa donde aparecía la puerta de la misma, con la ilusión de poder identificarla, ya que a no dudar podría haber cambiado algo. El hecho es que la familia preparó el viaje y efectivamente se avistó rápidamente el pueblo que aparentemente había cambiado poco, mi madre, nerviosa, caminó por las conocidas calles que en sus años mozos había recorrido, no hubo nadie que le recordara algo de su vida pasada, solo las empinadas calles conservaban su pasado, así fue como paso a paso llegó a la que había sido testigo de su crecimiento y sus amores, avistó la casa donde estaba la tienda de su padre, el corazón palpitó fuertemente en su pecho, la puerta estaba intacta, aunque en un color desteñido, pero vio incluso las marcas que en aquel entonces ostentaba, con timidez levantó su brazo para llamar a su puerta, cuando escuchó una voz de advertencia. ¡CUIDADO! Se detuvo aún con la mano levantada para escuchar aquella voz que decía. ¡Es solo una puerta, no hay muros detrás!

“Elis” Emma Llano Sierra

Jamundí (Valle del Cauca)

Colombia

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María va…

-Añamenby, amarillento…!!
-Soltame el pelo…arruinado…!!!!
Cara de Luna azulada…redonda…bañada de llanto e impotencia…!
De dolor e injusticia…!!!
De rabia y miedo…!!!
Llena de temblores….puro angustia…!!!!
……
El gringo…sucio y satisfecho….
Descubría una sonrisa….
Desollaba el placer de su poderío…!!!!
Petulante…y convencido de que su soberbia era un verdadero
manto de placer…!!!!
……..
Salimos del cine, destruidos….!!!
Después de tal denuncia no podíamos creer que la gente caminara
feliz y distendida por la calle…!!!
La película era «La Hora de María y el Pájaro de Oro»….
Pero….¡¡ Todo era verdad…!!!,
Nosotros…llorábamos…
Al poco tiempo, la grandeza poética y musical de
Antonio Tarrago Ros, convirtió tal denuncia en música,
Letra y poesía desgarrante…!
(para una negrita provinciana…no había «violencia de género»…)
«….quiso la siesta, ponerle un niño a su soledad…/
De trigo y luna…y de su mano…María va…»
………..
El Niño «de trigo y luna»…era “El hijo del Pombero»
(así llamaban a los frutos de la violación siestera…)
El hijo del gringo que invadió la tierra y masacro la dignidad de sus niñas
y sus mujeres…!!!!
Cuanto dolor doblegado en angustia…!!!
:……….
Pero la mujer mbarete….tan potente de amor, como de ira…,
camina alzando su mirada filosa….
Como si dentro suyo, un yaguarete,vigilara el momento justo…
…………..
El, salió cargando tanto vino tinto en su mirada perdida…
-rebosaba una risa babosa…con varios dientes menos…-
(Esta imagen, le multiplicó la bronca al hermano de la María,
que ardía por atravesarle el cuchillo…!!
Estaba dispuesto a hacer justicia por la inocencia del gurí…
Y por el dolor impotente de la María…angá….!!!!
………….
Chifló el aire la daga….y fue a dar en el cuello del gringo borracho,
dejándole los ojos vacíos de mirada….y muertos en el pedregal….
El viento siguió su tranco…
Era otro atardecer…
Como cualquiera….
Solo que en el rancho del fondo…su teta desprendía leche dulce
para el cambacito que se dejaba acurrucar, empezando a soñar
con un tiempo de iguales…donde su música y su lengua, fueran en el mundo,
capaces de abrazar y ofrecer la gracia de un pueblo que nació inocente, fiestero
y de carcajada limpia y dulcemente apasionada.

Marta Chemes

Corrientes Capital, Argentina

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Michi

Un día de vacaciones

trajiste en una caja de zapatos

un gatito gris con rayas blancas

y ojos verdes como los tuyos

lo llamamos Michi

tomaba leche no agua

era chiquito y saltarín

jugábamos los tres en el patio

con un ovillo de hilo peludo

si yo intentaba tocarlo me arañaba

le tenía un poco de miedo

me decías que los gatos

son muy inteligentes

que se dan cuenta si les tienen miedo

creció libre, callejero,

y no se dejaba acariciar

durante el día venía a veces

lo llamábamos para comer

raspando un cuchillo en una maceta

siempre venía corriendo a los saltos

derecho a su plato de lata blanco y azul

a la noche se trepaba a la medianera

y se iba por los techos

para hacer vida de gato, me decías

un mediodía llegó arrastrándose

todo lastimado con manchas de sangre

se dejó bañar en el fuentón de lavar la ropa

estaba quieto y todo enjabonado

me miraba yo lloraba y él también

lo cuidaste lo curaste

tardó unos pocos días en recuperar

su vida de gato

desde esa vez se dejó acariciar

pasaba más horas en casa

se echaba en las baldosas con sol

o en su almohadón cerca de la cocina

se levantaba para ir a comer

y de paso darse una vueltita entre nuestras piernas

una noche después de mi cumpleaños se fue

lo esperamos, lo llamamos,

lo buscamos por todo el barrio

lo lloramos esperanzados

y nuestro Michi nunca volvió.

Guillermina Rosales

Ciudad de Buenos Aires, Argentina

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