E-mailiando con… Ricardo Goldenberg – Primera Parte

En esta oportunidad compartimos con ustedes el E-mailiando con… Ricardo Goldenberg, una entrevista vía e-mail que estuvo a cargo de Viviana Rosenzwit.

Este trabajo forma parte de E-mailiando con…, un e-book publicado en el año 2005, que ahora se ofrece abiertamente en nuestra web para todos los lectores.

Ricardo Goldenberg nació en Buenos Aires, Argentina por el año ‘55, se graduó en la Universidad de Buenos aires, actualmente es psicoanalista, residente en São Paulo, Brasil desde 1983. Es autor de numerosos artículos en revistas brasileñas, argentinas e internacionales, y de los libros Ensaio sobre a moral de Freud (Agalma, Salvador, 1994), No Círculo Cínico ou Caro Lacan, por que negar a psicanálise aos canalhas? (Relume-Dumará, Rio de Janeiro, 2002), Política e Psicanálise, (Rio: Zahar, 2006). E outro mais recente ainda, Do amor louco e outros amores (São Paulo: Instituto Langage. 2013), entre otros.

¿Por qué cree que el psicoanálisis presenta una relación tan estrecha a la escritura?

Probablemente por estar tan emparentado con las actividades de la memoria como un registro de huellas que pueden ser reencontradas. Tal vez, el psicoanálisis sea apenas una teoría de la memoria.

¿Qué relación encuentra entre memoria y escritura?

Tal vez pueda ilustrar un poco lo de la teoría de la memoria con la película de Nolan, Amnesia. No sé si en la argentina se tradujo así Memento, pero el título original dice en latín «recuerda». Es la historia de un tipo que padece un trastorno de la memoria que hace que no se acuerde de nada por más de quince minutos. Escribe, entonces, mensajes para sí mismo sobre la piel o sobre fotos polaroid; para leerlos después de haber olvidado los hechos que originaron estas notas. Supone así, que restablece la continuidad perdida de su self, como dirían los ingleses. Es tan ingenuo que cree que registra las cosas como un periodista desearía, objetivamente. Por supuesto que entre él y sus mensajes está su imaginación, sus prejuicios y otras ideas preconcebidas. Es decir, el discurso del Otro: de todos los otros con los que interactúa y que lo usan contando con su amnesia. A cada vez, él reinterpreta las notas que escribió antes y lo que es cierto cambia a cada reinterpretación. Él es tanto más fácilmente manipulado cuanto más cree que lo que está escrito en su caligrafía es la verdad referencial de los hechos. Hay un diálogo memorable entre él y un policía, que lo usa para robar y matar un traficante y que, cínicamente, le dice que no puede confiar la vida de un hombre a unos papelitos escritos. Su respuesta es que no son papelitos sino «hechos»: «la memoria es engañosa, dice, yo me baso en hechos, como la policía, que no confía en la memoria de los testigos presenciales, que muda todo el tiempo; como ellos, yo busco documentos, pistas y los registro: son hechos.» Todos somos como este hombre y el psicoanálisis es un dispositivo para que los giles nos demos cuenta de cómo el Otro nos manipula a partir de nuestra imaginación a la hora de registrar nuestras «memorias».

¿Se podría pensar que existe un estilo de escritura que engloba a los psicoanalistas? o el estilo es siempre singular de cada autor?

Estoy seguro de que lo hay. Y el esfuerzo de los colegas a quienes muerde el deseo de escritor es diferenciarse un poquito dentro de este mar de iguales. En realidad, cuanto más idiosincrática sea la escritura de un psicoanalista más se nota la parte del psicoanálisis: y no me refiero apenas a los tropos obligados sino a la recurrencia de los temas: la relación de conocimiento, por ejemplo, entre un sujeto y un objeto.

Muchos analistas gustan de escribir, ¿influye en el estilo literario la corriente que el autor sigue en su práctica clínica?

Sí, por lo que acabo de decir. Los lacanianos, por ejemplo, están obligados a vérselas, por un lado, con la lengua francesa que les parasita la pluma; con lo que el estilo sui géneris del maestro ha hecho con ella y con lo que de ello se ha congelado en un dialecto. Por el otro, se les imponen sujets, temas: el significante que deja lugar al deseo, que deja lugar al acto, que deja lugar al goce, que deja lugar a lo real, que…

Y los anglófilos que tienen que arreglarse no sólo con los modos como se acomodan en inglés el sujeto, el predicado, el verbo y el objeto; sino con el nominalismo y el empirismo que se les cuela en el tratamiento de los standards freudianos.

Sigue en la segunda parte…

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